Las rutinas son como las reglas que hacen que todo funcione suave y seguro. Incluso, recordemos que desde que somos pequeños, nuestros padres y maestros suelen intentar que aprendamos a organizar nuestro día a día con horarios que se repiten durante ciertos días de la semana (exceptuando los sábados y domingos, claro, porque es buenísimo y saludable tener descansos ☀️). Se puede decir que tu rutina de baile es como tener un plan para cada día, logrando así avanzar en tu meta.
Las rutinas nos brindan estabilidad y confianza. Por eso, crea la tuya y aprende a bailar fácil y rápido ya, ¿dónde? En pluranza.com 💙
La danza necesita de tiempo y práctica de tu parte para que observes progresos, por eso es tan importante crear una rutina de baile que puedas con constancia y regularidad, sin excusas. Aunque puedan parecer "aburridas" al principio, son importantísimas.
Bueno, aquí te contamos ⭐
Control y seguridad: las rutinas dan una sensación de control. Saber qué viene después hace que nos sintamos más seguros. Es como tener un mapa que nos guía.
2. Productividad: con una rutina, repites cosas, como pequeños rituales, que ayudan a que tu cerebro sepa qué va a pasar y por dónde iniciar, sin perder el tiempo, pensando en qué practicar ahora o qué paso puede ser mejor a continuación.
3. Más fuerte y seguro: al seguir una rutina, puedes comenzar tus clases con más seguridad. Las rutinas te ayudan a sentirte independiente. Aprendes cuáles son sus tareas y, poco a poco, te vuelves experto en hacer lo que hay que hacer.
4. Más energía: así como las rutinas del gym, una rutina de baile te asegura que sí o sí pondrás tu cuerpo en marcha durante la semana, y todos sabemos que el ejercicio es indispensable para una visa sana, emocional, mental y físicamente.
Bailar no solo es un arte, sino también una forma divertida de mantenernos activos y en forma. Entonces, ¿cómo integrar el baile en nuestra vida ocupada? Diseña una rutina semanal de baile que se adapte a tu horario y sea fácil de seguir.
Dedica un tiempo específico cada día para bailar. Puede ser por la mañana al despertar, para comenzar tu día con energía y alegría, o por la noche para que te sacudas el estrés del día hasta olvidarlo. Esta última opción te ayuda a relajarte antes de dormir. También puedes practicar durante una hora cada sábado y domingo, ya que estos son días menos ajetreados, y, por lo tanto, no caerás en la tentación de pensar "mejor comienzo mañana".
Asigna diferentes estilos de baile a diferentes días, en caso de que practiques varios ritmos. Por ejemplo: lunes de salsa, miércoles de hip-hop. O planifica en qué te enfocarás durante cada clase: martes de aprender pasos o movimientos específicos, jueves de repaso y sábado de practicar secuencias.
No planifiques una clase de 5 horas seguidas ni te propongas practicar toooodos los días si no crees que puedas cumplir tu palabra. Mejor, programa una clase de una hora/hora y media de 2 a 3 veces por semana para comenzar. Si vez que asististe a todas estas clases y te gustaría aumentar, ¡hazlo! Lo importante es que de verdad seas constante.
"Es mejor ir lento pero seguro, que comenzar con brío y terminar con escalofrío" - Acción poética Pluranza 😅
¿Tienes amistades interesadas en el baile? Organiza sesiones para practicar. Explícale a alguien lo que has aprendido, ¡enséñale! Este truco es muy utilizado por otros estudiantes en una gran variedad de materias porque sienten que así retienen aún más la información. Programar un día a la semana para tener clases en compañía puede ser parte de tu rutina.
Revisa tu agenda. ¿Cuáles son los días en los que tienes actividades que agotan más tu energía y en cuáles haces cosas que no te dejan tan cansado/a? Haz una lista de todas tus tareas de la semana y clasifícalas del 1 al 4 según cuánta energía te consuman. Por ejemplo: pasear al perro 2, hacer inventario para el trabajo 3, cocinar 1, y así sucesivamente. Suma los puntos y elige los días con menos gasto de energía para que practiques tus clases de baile, y así no te resulta tentador saltártela. En caso necesario, planifica una sesión más breve y tranquila. Ajusta tu rutina según cómo te sientas.
Eso sí, la vida puede ser impredecible. Si no puedes seguir tu rutina planeada, no te preocupes. Intégralo en otro momento del día o en otro día de la semana. Tampoco seas tan duro/a contigo. Recuerda, aunque requieren dedicación y disciplina, el baile y la danza deben disfrutarse 💙
Al planificar y seguir una rutina, es más fácil que logres llevar un registro de tus prácticas y avances. ¿Por qué esto puede ser bueno? Porque todo lo que se mide, se puede mejorar. Ver tu progreso te motivará a seguir avanzando, verás cuán lejos estás del punto de partida y cuánto has aprendido.
No olvides recompensarte y celebrar cada avance, ya que, por pequeño que te parezca, esto significa que lo estás logrando y no sigues en el mismo lugar de inicio. Si aprendiste un nuevo paso o has sido disciplinado y fuiste constante en tu rutina esta semana, celébrate 🎉
Crear una rutina de baile semanal no solo te ayuda a avanzar en tus clases y a cultivar la disciplina, sino que a demás te asegura poner a trabajar tu cuerpo, mejorando así tu salud física y ayudándote a dejar ir un poco de ese exceso de cortisol que nos hace propensos al estrés. Una dosis de alegría en la rutina diaria tiene sus beneficios, los verás con el tiempo.
¡Programa tu tiempo de baile y avanza! Los sueños no se cumplen, se trabajan. ¿Trabajarás el tuyo? Y si sueñas con aprender otros estilos, mejorar tu forma de bailar o empezar totalmente desde cero, recuerda visitar la mejor academia online de Latinoamérica: pluranza.com 💙
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